El sorprendente hallazgo del valor
Santiago Porras Rojas
Barcelona 8 de febrero de 2025
Entrar en este mundo extraordinario y único ¿Qué persigue?, cada uno de nosotros llegó a esta vida, sin saber lo conveniente que era acceder a esta experiencia asombrosa, provocada por un acto generoso que requirió de un “Big Bang” frenético, desatado por la más grande energía universal desde la cual “eros” y “ágape” lograron nuestra existencia.
Toda esa energía creativa requirió de un gran valor, el valor de sincronización de la velocidad y aceleración de los movimientos para llegar a ser el único; entre millones de candidatos, capaz de optar por experimentar la fecundación y gozar de la oportunidad preciada de una vida de aprendizajes.
Realizar la vida en la tierra implica una constante labor de equilibrismo sobre el suelo de la vida, lo cual por cierto no implica ejercer cual funambulista. De pronto, si como recién nacido experimentamos solo interacciones impregnadas del sentimiento consentido del amor incondicional y la generosidad a granel, de pronto; identificamos con desconcierto que nuestra libertad absoluta comienza a desdibujarse anta la introducción de condicional-ismos al objeto de obligarnos a debatirnos entre la admisión o el rechazo.
Sometidos entonces al mundo
de las interpretaciones, la libertad incita la generación de los juicios, una
cadena infinita de conversaciones que compiten, luchan y se fascinan por
hacernos acreedores de la verdad. Es a partir de ese estado condicionado desde
que debatimos alrededor de ideas que se distinguen por ser; siempre
discutibles.
Así las cosas, la libertad nos regala el beneficio intrínseco del tesoro de nuestros aprendizajes. Allí sin duda alguna, sólo hemos de aprender a escuchar. Si apreciamos concienzudamente a la escucha; creceremos tanto que, volveremos a recuperar el valor y la confianza con la que llegaremos a experimentar la certeza espiritual del amor incondicional con el que se nutre nuestra existencia.
Desde allí, el Valor de nuestra existencia puede alcanzar a superar esta vida, al unirse a la del creador y precursor de toda existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario