En la tarde tuve una charla con el abuelo muy interesante. Entendí que es fácil hacerse daño en las
relaciones, pero que si uno está pendiente de corregir su manera de ser pudiera
evitarlo. También entendí que la abuela
ama al abuelo. Aunque no sea muy afectuosa con él y se queje con frecuencia de
cómo se comporta; ella lo cuida, lo atiende, vela por él y siempre le ha dado
su apoyo incondicional, a pesar que él a veces se comporta de forma brusca,
insensible y muchas veces humillante. Le dije al abuelo sobre estas
apreciaciones que tengo sobre él. Así
que recogimos flores en el camino. Al llegar a casa él le entregó unas a la abuela. A ella le
gustaron mucho y más porque no había ningún motivo.
Aunque ya me había despedido de Tamara, pasé por su casa nuevamente y
allí estaba con toda su familia preparándose
para volver a la Ciudad. Le obsequié unas flores de despedida y le
encantaron. Espero poder verla algún día
nuevamente.
De regreso a casa pensé que me gustaría casarme con una mujer
como la abuela. También pensé que siempre debo cuidarme de nunca hacerle daño a
la que sea mi esposa. De pronto entré en cuenta que
la abuela había recibido flores y también Tamara, pero que mamá no recibió
ninguna. Me sentí un poco culpable y tomé algunas antes de llegar a casa. Al
llegar vi que el carro de mi padre estaba estacionado frente a la casa. Es raro
porque es día de semana y él se quedó trabajando en la ciudad. Pero estaba
allí; había venido de visita y había traído unas flores muy lindas para
mamá. Aunque ese obsequio no compensa los
disgustos que le ha hecho pasar últimamente, creo que a ella le agradó mucho recibirlas.
Víctor Calzadilla
Víctor Calzadilla
Así es amigo Victor, que bello es dar cuando no hay motivos aparentes para hacerlo. Pero casi siempre los hay. Saludos.
ResponderEliminarEstimado Victor, me gusta mucho este extracto, a ver si nos mandas el resto. Una flor y una dama siempre son una excelente combinación, y cuando no tienen un motivo aparente, el efecto es multiplicador... Excelente, me hiciste recordar a mi amada abuela. Un abrazo
ResponderEliminarOscar, es hermosísimo para nosotras las mujeres recibir flores.Una flor hace que se disipe el enojo y vuelva la ternura...
ResponderEliminarGracias amigos por los comentarios. Sólo publiqué este extracto que tiene que ver con regalos.
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