Autor: Martín A. Fernández Ch.
Fecha: 24/01/2025
"Chiriguare,
chiriguare, zamurito te va comer"
El buitre negro americano (Coragyps atratus),
también llamado Sucha, zopilote, chulo, chula, golero, chombo, gallinazo,
gallinazo común, gallinazo de cabeza negra, gallinazo negro, jote cabeza negra,
gallote, jote de cabeza negra, golero, zamuro o zopilote negro.
Es un ave carroñera que se encuentra presente
en toda suramérica y centro américa, y en la parte baja de norte américa, dispersos
como latinos.
Una mañana de un día cualquiera, cuatro zamuros se soleaban juntos, posados sobre un cable de electricidad de alta tensión. Estaban con sus alas recogidas y pegados unos con otros, puesto que habían pasado una noche muy fría y buscaban acalorarse. Sus nombres eran Jim, el líder del grupo y el más bromista, Predicador, quien cantaba como tenor, Regordete, quien siempre tenía hambre y comía sin parar, Gafas, quien siempre confundía las imágenes, y Sobrero de Paja, quien se volvía loco cuando tomaba mucho sol.
CANCIÓN: Un
elefante volar.
El tiempo vi volar
y lo vi matar,
vuela el dinero
y lo oí contar.
Pero nunca vi
ni lo espero ver
a un elefante volar.
-
¡Ese ratoncito
nos va a quitar la comida! ¿Quién va por él?
-
Yo no, aún tengo
frío – dijo Sombrero de Paja.
-
¡Dios me libre
del pecado de quitarle el alimento a un prójimo! – dijo el Predicador.
-
¿Cuál prójimo?
Si no es un zamuro como nosotros – dijo Jim.
-
¿Cuál ratón? Eso
es una ardilla – dijo Gafas.
-
¡Estas ciego de
verdad! No quiero saber quién es tu médico de la vista – dijo Regordete – Yo
voy por él, eso sí, luego no me pidan que les dé, hasta su cola me la voy a
comer.
-
Regordete,
existe un refrán que dice “Bocado comido no gana amigo” y otro dice que “al
buen hecho lo alaba Dios” – dijo el Predicador.
-
¡Ja! Entonces ve
tú por él -dijo Regordete.
-
Tengo frío;
además, “el bien hacer, abre cien puertas y, el mal agradecer, las cierra –
dijo el Predicador.
-
¡Predicador! ¿Vas
a seguir con tus ridículos refranes? – dijo Jim – Ya se nos fue el ratón, con
su barriga llena y con el buche inflado para llevarle a su familia. Eso nos
pasa por pendejos.
-¿Qué dijo?
-Dije "a un elefante volar"
He oído un ave hablar
y hasta recitar
y sé que agujas
con ojos hay.
Pero nunca vi
ni veré jamás
a un elefante volar.
- ¡Me gusta volar en lo alto, así siento que estoy cerca de Dios! -dijo Gafas.
- Ciertamente eres tonto. Dios se encuentra en todos lados, no tienes que volar hasta la estratósfera para sentirlo -dijo Predicador.
- Todos los domingos voy a misa. Escucho al Padre y a los feligreses orar, pero no siento la presencia de Dios -dijo Regordete.
- No te entiendo Regordete ¿Qué haces en la Iglesia si allí no hay comida? -dijo Jim.
- Jim, por favor, él busca alimentarse espiritualmente -dijo Predicador.
- ¿Espiritualmente? A otro con ese cuento. Si él está tan podrido por dentro, que no creo que se cure con unas oraciones -dijo Jim.
- El otro día vi a un elefante queriendo volar -dijo Gafas.
- ¡Ahora sí nos fastidiamos, tenemos a un loco en el grupo! Gafas ¿Estas consciente de lo que estás diciendo? ¿Cómo crees que un elefante va a volar? -dijo Sombrero de Paja.
- ¡Sí lo vi! Pregúntale a Predicador, quien no dice mentiras -dijo Gafas.
- Gafas, no era un elefante, era una ardilla que voló de un árbol a otro. En realidad, lo que hizo fue planear, como lo que estamos haciendo ahora -dijo Predicador.
- La verdad es que eres un cegato, debes ir urgente al médico de los ojos. Pero a otro médico, porque al que vas no te está resultando -dijo Jim.
- Tengo hambre, vamos a descender y buscar qué comer -dijo Regordete.
Yo vi un mar muerto,
lo vi matar,
y un pez espada fue quien lo asesinó.
Yo no vi eso,
pero es verdad,
y yo siempre hablo con sinceridad.
Un rey sin plata vi,
y tiene sangre azul,
y la está usando para escribir.
Desde
las alturas, Regordete visualizó unas cuantas bolsas de basura aglomerada que
las personas habían amontonadas a un lado de la calle, y les indicó a los demás
para aterrizar sobre ellas.
-
Estoy pensando
en volverme vegano, porque eso de comer carne desechada me está produciendo
reflujo -dijo Predicador.
-
¡Tú no estás en
tus cabales! Veremos cuánto tiempo aguantas sin comer carne -dijo Jim.
-
Eso es una
locura -dijo Regordete -el otro día, un gavilán me dijo que le cuidara una
iguana que había capturado.
-
¡Zamuro cuidando
carne! -dijo Predicador.
-
¡Y se burlan de
mí porque estoy cegato! -dijo Gafas.
-
El respeto es
importante para conservar la amistad -dijo Predicador.
-
Te lo decimos
porque somos tus amigos y te queremos. Si decides ser vegano, vas a enloquecer
y nos vas a enloquecer -dijo Jim.
-
Quizás siendo
vegano, verás a un elefante volar -dijo Gafas.
Lo que nunca vi
ni veré jamás
es un elefante volar.
Lo que nunca vi
ni veré jamás
es un elefante volar.
¡Volar!
¡Es un elefante volar!
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