Nayari Rossi Romero
Este
año me propongo cultivar más conscientemente mi Ser. Me he propuesto como meta
a largo plazo responder acertadamente la pregunta ¿quién soy? Dejé el afán,
porque en temas del espíritu hay que dejar en reposo las ideas, contemplar el
tiempo que pasa, pensar con la mente en calma. Nada de esto se consigue con
afán.
Tomé
como decisión personal explorar profundamente las enseñanzas católicas, romanas
y apostólicas que he recibido desde que tengo memoria. Ahora rezo con
consciencia, es mi meditación activa de cada noche. De hecho ahora rezo más,
desde que llevo conmigo un rosario que me ayuda a traer al aquí y al ahora mi
oración.
No
creo en rituales que se siguen sin propósito. Comienzo a pensar que hay que
buscar eso que llaman el plan Divino en cada pequeña cosa.
Veo
la belleza de la fe cuando se vive con entrega. Me conmueve la energía de
bondad que se riega cada Semana Santa alrededor de la iglesia Santa Teresa. Me
conecto con la fe de quienes van cada año a ver al Nazareno de San Pablo.
Con
el inicio de la cuaresma 2016 también inicio un camino consciente de limpieza
interior. Cada tanto tenemos que sentarnos a botar la basura del alma.
Purificar el espíritu y hacer el esfuerzo de alimentarlo con lo esencial y así
estar bien con el Ser que soy.
Hola,
cuaresma. Bienvenida (conscientemente) a mi vida.
Me siento muy identificada con lo que expresas querida Nayari. Tampoco creo que rituales que se siguen sin propósito. Las pedagogías que mecanizaban todo hace tiempo que demostraron ser un fracaso y sin embargo en muchos casos se siguen repitiendo. Después nos preguntamos por qué ganan terreno el cinismo o el fanatismo extremo en los tiempos que corren.
ResponderEliminarAlguna vez leí que orar es hablar con Dios y meditar es escucharle (y yo agrego, si no escucharle, al menos abrirse a ello).
Todo propósito que se inicia con tanto amor y fe, las probabilidades de culminar con éxito son muy elevadas.
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