Llegó diciembre y con él se despiertan en mí una serie de sensaciones variopintas, desde la nostalgia hasta la alegría, prevaleciendo la Alegría!!!
Esta Magia se inicia cuando percibo en el
ambiente ciertos olores como a guiso, pimentón, alcaparras, aliños de todo
tipo, que mezclados dan ese aroma tan característico y propio de quienes están
preparando las consabidas y multisápidas hallacas, que traen a mi memoria esas
escenas de mi abuela cocinando y cuidando que nadie metiera mano en esa olla!!
Jajaja, mi prima, hermanas y otras personas que siempre están visitando nuestra
casa materna, coincidían allí apoyando en la limpieza de las hojas, cortándolas
y untándolas con un aceite con onoto, el pabilo blanco y demás elementos que lleva
esta laboriosa preparación. Allí se daba entonces el ensamblaje de esas
hallacas, y cuando la masa está mermando, al igual que el guiso con pocas
hojas, vienen los bollitos, igual de exquisitos, los cuales eran devorados
usualmente para quienes teníamos el tupé de aburrirnos de las hallacas en este
mes de diciembre!! Ay qué tiempos aquellos!!!
En mi familia, la mayoría cumplimos años
desde el mes de octubre hasta diciembre, por eso se llena de mucha festividad,
aunque mi única hija cumple en el mes de Julio. Mi hermano cumple en octubre,
mi mamá el 12 de noviembre, mi sobrino el 19 y mi papá cumpliría el 20. Luego
mi hermana y una prima muy cercana y querida el 12 de diciembre y yo, cierro
este ciclo, el 19 de diciembre. Entonces nos preparamos para estos cumpleaños y
para recibir al Niño Jesús y demás festividades propias de estas fechas.
La magia consiste entonces, en esa mezcla
de alegría porque nos reunimos en familia y con amor, con ánimo de celebración.
Ahora también hay tristeza y nostalgia, porque nuestros hijos ya no están aquí,
han emigrado buscando nuevos horizontes, madurando en los lugares que les han
abierto puertas u oportunidades. En nosotros queda la esperanza de verlos
crecer, madurar y en algún momento, visitarlos, acompañarlos en ese proceso.
La MAGIA se da cuando estando con amigos
encontramos motivos para celebrar nuestra amistad, cuando vemos que pasan cosas
buenas cerca de nosotros, como grupos como éste que se forma en torno a una
idea de bienestar. O como la clausura de la II Feria del libro del Oeste, en la
Ucab, en donde Laureano Márquez, con su peculiar sapiencia nos comenta una de
las razones de por qué nos creemos “ricos, un país rico y una tierra de
gracia”debido a las palabras de Cristóforo Colón, al referirle a la Reina de España
en 1492, que había descubierto la “Tierra de Gracias, el Edén en la Tierra”.
Luego Claudio Nazoa, con su peculiar humor nos recuerda que aquí, cerquita de
nosotros ocurren cosas buenas como esta feria y el acto de clausura amenizado
por Violeta Alemán y otros cuyos nombres no recuerdo, nos deleitaron durante 2
horas retrotrayéndonos a un oasis de placer y disfrute por la cultura.
La Magia también ocurre dentro de nuestras
casas, y dentro de nosotros mismos, cuando se despierta en cada uno, el deseo de
mostrar afecto, amor hacia la familia y amigos, aquí se nos olvida qué nos
falta y nos apañamos con lo que tenemos disfrutando en grande. Olvidamos
rencores y abrazamos a quienes tenemos al lado, salimos a las calles el último
día del año, 31 de diciembre, realizando toda una serie de rituales con el
propósito que el siguiente año será mejor, con la firme creencia que salir con
una maleta alrededor de la cuadra nos asegurará muchos viajes, solos o con
amigos, o tener un billete de moneda dura dentro de la copa de “champan” será
premonitorio de fortuna y prosperidad. Abrazos van y abrazos vienen dejándonos
esa sensación de llenura, como quien se toma una cucharita de miel y eso queda
diluyéndose en la boca, con toda nuestra cara y cuerpo acompañando estas sensaciones
de deleite placer.
La magia podría durar un mes fácilmente,
porque cada día inventaremos una excusa para reunirnos, bien sea por los
cumpleaños, o bien para pedirle a la Virgen de la Guadalupe que derrame
sus bendiciones sobre nosotros, el 12 de
diciembre, bien sea por la llegada del Espíritu de la Navidad, el 21 de diciembre, ocasión excelente para
reunirnos familiares y amigos, retomando la tradición de escribir todos
nuestros deseos y propósitos para el próximo años, dada la abundancia de Ekeko
o San Nicolás, quien será el encargado de llevar estas misivas al Niños Jesús,
para que el 24 de diciembre nos haga una adelanto a estas peticiones. O bien
para echarles broma a los amigos, el 28 de diciembre Día de los Santos
Inocentes. La exaltación de esta magia se da el 31 de diciembre cuando toda la
familia, amigos muy cercanos, reunidos alrededor de la mesa, conversa
amenamente acerca de los platos preparados con antelación, vestirse con las
mejores galas y compartir, sueños, sinsabores y promesas de que lo mejor está
por venir! Claro, una vez pasada esta noche Buena o de Nuevo Año, ya comenzamos
a poner los pies en la tierra y esta Magia se traducirá en acciones a emprender
para asegurar nuestro bienestar.
Uno de los retos es mantener esa idea de prosperidad,
abundancia, alimentar la esperanza de lograr aquellos propósitos escritos en
esa carta al Espíritu de la Navidad, resaltando nuestras fortalezas, que no las
habíamos visto pero que gracias al bienestar desarrollado en este mes, logramos
colocarlas a modo de palanca para seguir adelante como brujas aplicando esa
magia navideña.
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