Desde la psicología positiva y la propuesta del Dr. Martín Seligman, reconocemos este acrónimo por los componentes que tienen las personas que dicen ser felices. Sin duda, la navidad es PERMA, pues nos genera un conjunto de emociones positivas durante todas las fiestas, produciendo una sensación de bienestar. La navidad también nos conecta con los logros, cuando revisamos lo que nos propusimos en el año anterior, y que además nos disponemos a planificar en el presente. Generalmente son propuestas y metas de bienestar y de cambio, en la búsqueda de la mejor versión de nosotros mismos.
La navidad son amigos, grupos sociales o de apoyo, familia, vecinos. Los venezolanos sabemos que significa el valor de contar con el otro, en las ocasiones de divertirnos, compartir, y expandirnos como seres humanos sociales. También es fluir, pues nos conectamos con la esperanza, que para los judeo cristianos, representa el renacer, el abrazar el nacimiento de las oportunidades y de una nueva mirada de las circunstancias. Por último, la navidad es solidaria, es fraternal. Es la ocasión que nos conecta aún más con la responsabilidad social y con la trascendencia que se obtiene en la ayuda y el acompañamiento a otro, que lo necesita. Por estas cinco razones, la navidad es tiempo de trascender, de conectarnos a lo interno, en una mirada sincera, expansiva, amplia y generosa.
La navidad es PERMA, pues nos invita a desarrollar la Resiliencia, a no bajar la guardia y a aprender día a día de lo que nos va ocurriendo en la mirada del nuevo aprendizaje, la revisión de nosotros, y la tolerancia que nos genera la aceptación del otro, como “auténtico otro”, al cual abrazamos, y acompañamos si lo requiere. También nos conecta en las cinco miradas junto a la presencia de nuestras fortalezas de carácter ya que las podemos reconocer, y hacer uso de ellas, en la construcción del mejor ambiente navideño posible.
La navidad entonces, es un tiempo perfecto para tomar decisiones para el futuro, ya que en las condiciones generales que se generan, podemos “diseñar” las acciones necesarias que nos acerquen a aquella persona que queremos ser, a aquella persona que necesita expresarse, que busca y consigue su verdadero propósito de vida.
Ya sabemos, por numerosos estudios, que las emociones positivas se contagian, y eso es debido a que un porcentaje de las neuronas que conforman el cerebro, son las llamadas neuronas espejo. Es a través de ellas, que siendo positivos, serenos y felices, podemos contribuir a que nuestro entorno laboral, social o familiar, sea mejor. Hagamos la diferencia, aportemos nuestra capacidad de sentirnos en bienestar, con la seguridad de que las emociones positivas, son el activo que mientras más lo entregamos, mas tenemos. Seamos positivos, pues la navidad, sin dudas, es PERMA
Alberto Lindner
PD: Les quiero anexar un poema de nuestra amiga Gudelia Cavero que me parece muy oportuno leer en esta época.
SI DIOS ME REGALARA
Si Dios me regalara en Navidad,
sería, la sonrisa profúndamente cálida,
tímidamente entrañable,
de un niño huérfano recibiendo un regalo.
Si Dios me diera su regalo,
sería mi vida plena
contagiando caridad y esperanza,
en almas voluntarias, en manos generosas.
Si yo le pidiera a Dios un regalo,
sería la sonrisa hermosa de un anciano,
que vuelve a ser niño cuando recibe un detalle,
y suelta una lágrima por sentirse amado.
Si Dios me da un regalo, será el reconocimiento
de los seres que tengo al lado,
en un “Premio Recursivo” para mi… extraño,
pero… sustento espiritual… siempre y por siempre…
GUDELIA CAVERO
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