Después de un gran dolor
“Después de un gran dolor, surge
un sentimiento formal’, así comienza Emily Dickinson este poema que retrata
admirablemente los momentos que se viven en algunas etapas de nuestras vidas.
Porque la vida es como un zigzag que nos lleva de un lado al otro. Cuando
estamos en un extremo, nos alejamos del rumbo, y solo cuando cambiamos tenemos
la posibilidad de acercarnos a él. Nuestro empeño debe ser estrechar esa
oscilación, para así facilitar nuestra actuación y aligerar el viaje, y es que
lo que nos libera de la depresión no es el pensamiento sino la acción.
En momentos de crisis como los
que vivimos, hace falta reunir nuestras fortalezas, que las tenemos, y ponerlas
al servicio de la inteligencia, buscando otras formas de volar, sacudiendo la
inercia, liberándonos del miedo.Sería ideal lograr un equilibrio entre el foco
y la concentración que proponen las técnicas orientales y la ampliación de la
mirada para alcanzar otras posibilidades. Cuando vivimos momentos difíciles,
sentimos, como dice Dickinson en su poema, primero el
frío, luego el estupor, y luego el soltar. Soltemos nuestros miedos,animemos
nuestras vidas con valentía, dejemos la sumisión a un lado, esa es una solución cómoda para el temor. La
valentía, en cambio, nos muestra los caminos de la libertad, de la creación, y
sentirse autor, creador de algo bello, es una de las experiencias más
maravillosas de un ser humano, es una nueva forma de volar.
Nancy Gutiérrez
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