sábado, 17 de marzo de 2018

MADRES DEL EXILIO


MADRES DEL EXILIO

Hay que tener bolas para ser la madre,
de quien rompe el beso diario.
De quién vuelve transparente su presencia
y la hace inmensamente lejana.
Hay que tener bolas para irse de exilio.
Para aguantar cuando la sed te seque.
Cuando el hambre te muerda.
Cuando el llanto se te afloje,
sin que puedas tocar la puerta,
de un café caliente, de una sopa para el alma.
¿Que si el fantasma del desempleo?
¿Que si la dictadura en sueños te acosa?
¿Que si la soledad es muda y negra?
¿Que si tienes los ojos tristes de la patria?

Impoluta tu madre se planta ante su cruz.
Ha estado haciendo tus maletas
cien días antes de tu partida.
Para que nada se pierda en su memoria,
ha ido anotando desde la cobija,
hasta la aguja con la que vayas a coser tu pena.
Es en la distancia donde el amor se agranda,
donde el amor duele y es más amor.

No te duermas sin sueños.
No congeles tu alegría.
No detengas tus pasos.
No maltrates tu alma.
Cuida lo que tanto hemos logrado.
Sana tu cuerpo de cualquier herida.
Campanea tus emociones cada mañana.
Ofrécete a Dios como su gran proyecto.
Quien es naturalmente feliz…
ya tiene las bolas puestas.
Quien no, deje el lamento y tenga el coraje
de colocarlo en su equipaje de vida.

Recuerda que tus sueños en adelante,
tienen un solo arquitecto,
aunque tengas coach a la distancia,
eres su único ejecutante.
Recuerda que la vida no es una línea recta,
que es el camino orgánico,
del trisagio alma, mente y esencia.
Sé que tendrás las bolas de salir adelante…
Sé que tendré el coraje de ser feliz llorándote…

GUDELIA CAVERO HURTADO

1 comentario:

  1. Hermoso! me llego al alma, es lo que siento expresado en tu bella prosa! Gracias Gudelia!

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