“Bolas Criollas”
Quizás debería comenzar mi disertación hablando de unos de los componentes principales de este
entretenimiento tan usual en el venezolano
Las bolas que en nuestro argot popular tiene tantos
significados
Ejemplos
¡Qué bolas! ……..
¡Hay que echarle bolas!
…..
¡Le faltan bolas!
¿Tendrá Bolas?
¡Si tiene bolas!
Bueno ya apartándonos de estas
acepciones populares llegamos a lo que
conocemos como el “Juego de Bolas Criollas”, confieso que no conozco mucho
de este juego, aunque está muy arraigado en los entretenimientos del
venezolano, de allí que tengo que documentarme al respecto.
El juego de las bolas criollas es
un deporte practicado en Venezuela y en la ciudad colombiana de Cúcuta. Guarda cierto parentesco con los
deportes europeos de bocce y petanca, así como de las bocha.
Los primeros informes
precisos acerca de la llegada de este deporte a Suramérica se refieren a un
fraile español, quien lo trae a Venezuela durante la época de la Conquista
española. Su popularidad cobra fuerza en la década de 1930, y actualmente se ha
propagado a Colombia (principalmente a la ciudad de Cúcuta), a
Cuba y a varias islas del Caribe como Aruba, Curacao y Bonaire,
países donde se practica por igual en todas las clases sociales.
A partir de 1946 en
Venezuela se le da al deporte una dimensión de alcance nacional, con ocasión de
los Primeros Juegos Deportivos Nacionales. Se funda la Federación Venezolana de
Bolas Criollas, lográndose su organización formal como deporte. Desde entonces
ha formado parte de todos los Juegos Deportivos Nacionales. De igual forma se
han organizado los Campeonatos Nacionales de Bolas Criollas, que se realizan
todos los años entre los meses de agosto y septiembre.
La finalidad del juego consiste en
colocar la mayor cantidad de bolas del mismo color cerca de una pequeña pelota
no mayor de 5 centímetros de diámetro llamada mingo, la cual ha
sido previamente lanzada a una distancia no menor a la mitad de la longitud de
la cancha por alguno de los jugadores del equipo que fuese favorecido en
sorteo. Un jugador del mismo equipo que lanzó el mingo se encarga de arrimar
una bola tratando de llegar lo más cerca posible del mingo. Le siguen un
jugador del otro bando que busca mediante arrime de una bola posicionarla más
cerca del mingo que la jugada del otro equipo. Si lo logra le tocará jugar al
primer equipo, pero si no, seguirá jugando el segundo hasta colocar una bola
más cerca del mingo que la del contrario (caso en el cual volverá la acción de
juego al primer equipo) o hasta agotar sus 8 bolas, momento en el que le tocará
al contrario jugar todas las bolas que le queden. Al acabarse las bolas de
ambos equipos (tras haber lanzado todos los jugadores) se cuentan las bolas de
un mismo color que quedaron dentro de un círculo con centro en el mingo y
cuyo radio termina
en la primera pelota (la más cercana) del color contrario. Cada set puede
entregar de cero a ocho puntos a uno de los equipo.
Jugadas
Se habla de arrimar cuando
se lanza con suavidad y haciendo rodar la bola procurando quedar cerca del
mingo al llegar ésta al final de su trayecto. La otra jugada denominada boche es
la acción de lanzar con fuerza una bola con la intención de quitar la del
oponente que se encuentra más cerca del mingo. Los boches pueden ser de
aire, que como su nombre lo indica es el hecho de lanzar la bola por el
aire para caer directamente sobre la opuesta, o puede ser de marrana o
rastrero es decir lanzarla a ras del suelo con mucha velocidad para impactar a
la bola del contrario. Para ser buen bochador se requiere
fuerza, buena puntería y precisión en el tiro. El juego se torna emocionante
cuando un jugador lanza su bola con fuerza, golpeando el mingo, variando de
esta forma toda la geometría y el curso del set. Pero si el mingo sale del área
delimitada se devuelven todas las bolas de ambos equipos y comienza de nuevo el
set.
De este tema me queda un
aprendizaje más de vida y es saber las reglas para jugar “Las Bolas Criollas”
Jesucita Peters S.
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