Fecha 28 de Enero 2023
Autor: Jesucita Peters
Título: Las hormigas
Mathilda y Martina dos hormigas de la especié Camponotus de la subfamilia
Formicinae hermanas que nacieron en un hormiguero en el campo de trigo, cerca
del río más grande de la ciudad.
Vivían con sus hermanos, padres y abuelos en un hogar en el cual se incentiva
el trabajo, la responsabilidad, la hermandad, la empatía y muchos valores que
hacían que los lazos entre ellos nunca podrían romperse.
Sin embargo, a pesar de todos los valores de la familia, Mathilda tiene un
carácter un poco retador y que va en contra de los cánones establecidos, siendo
Martina la hermana menor de las dos, con una mirada distinta y más adaptada a
su ambiente, con pensamientos bohemios sobre la vida en donde todo es bello,bueno,
paz y amor que moldeará su transito.
Un buen día ya hormigas adolescentes Mathilda le plantea a Martina que ya ellas
pueden irse y formar su propia hormiguero ya conocen todas las técnicas para
traer la comida y mantenerse en época de invierno. Según Mathilda ya no había
nada más que aprender y en tal sentido Martina con su ingenuidad y su forma de
pensar de paz y amor atendió al pedido de su hermana.
Mathilda y Martina deciden empezar su viaje en un día de verano, el cual amanece con un sol resplandeciente que se refleja en el río con sus corrientes sinuosas y un ruido que invita al placer, así como la brisa tibia que se resbala por sus cuerpos frágiles y fuertes a la vez, que las impulsan a caminar a través del campo de trigo en busca de ese sueño, donde harán su hormiguero con sus propias reglas.
En esta travesía se van alejando raudas y veloces en busca de ese lugar ideal dónde construirán su hogar, no obstante, en su trayecto van topando con todo tipo de hormigas machos y hembras, que de una u otra forma las ven cómo extrañas y comentan “ cómo es eso de construir una madriguera con sus propias reglas” , las hormigas han tenido sus reglas en muchos millones de años, cómo creen ustedes que dos adolescentes hormigas podrán construir su propia hormiguero, se ríen y burlan de ellas y le entorpecen el camino, pero tal era su determinación que continúan caminando.
Ya va anocheciéndose y aún no han llegado al lugar imaginado, deben guarecerse
y se encuentran a Tomas en el trayecto, el cual les ofrece su hormiguero para
pasar la noche.
Aceptan la conversa apacible y tranquila de este caballero hormiga, con su
mirada escrutadora y experimentada que al conocer sus planes, les comienza a
formular preguntas:
¿Ustedes saben en qué terreno deben hacer el hormiguero?
¿De qué tamaño debe ser el mismo?
¿Debe ser construido de forma recta o sinuosa?
¿Debe estar cerca de un río?
¿Debe estar en lo alto o en el terreno plano?
¿Cuántas horas tardarán haciéndolo? Y continúan las preguntas...
Cada vez que formulaba una pregunta se van dando cuenta que les falta mucho por
aprender, sobre cómo construir su propio hormiguero.
Mathilda y Martina le responden un poco preocupadas al no saber qué decir, ante
todas estas interrogantes.
La hormiga Tomas con mucha paciencia, amor
y con todo el conocimiento y lo erudito que
era en construcción de hormigueros, les brinda las respuestas a esas y
otras interrogantes que iban surgiendo durante la conversa, en tanto que Mathilda
va tomando notas de todo lo descrito por Tomas, agradeciéndole por toda la
información brindada,
Al día siguiente despertando el alba, las hormigas retoman su travesía, con un poco de susto sobre todos los aspectos a considerar para tener su hormiguero ideal, pero nada las detiene, su motivación al logro está al máximo.
Siguen caminando y tropiezan, con un grupo de hormigas que están huyendo de unos bachacos culones que ya se han comido a varias hormigas y deciden bordear el lugar para no tropezar con ellos aunque les tome más tiempo.
Al caminar consiguen muchos obstáculos y además se topan con otra hormiga de
nombre Lorena, de más edad que ellas y esta se presenta como una hormiga
amigable y les plantea que si quieren comer pueden venir con ella a su
hormiguero y hasta se pueden quedar a dormir para continuar mañana, al llegar
observan una madriguera llena de lujos y confort a lo que ellas no estaban
acostumbradas, sin embargo, quedan deleitadas ante tanta belleza .Ellas
llevaban a cuestas sus morrales con lo que consideraban era lo que podrían
intercambiar, para hacer su hormiguero al llegar al lugar deseado.
Lorena les dio de comer y beber cosas que nunca habían comido ni bebido y así
despertaron en un lugar desconocido sin sus morrales donde llevaban lo que les
permitiría construir su hormiguero. Mathilda despertó sobresaltada y llamó a Martina,
que al darse cuenta de lo sucedido entendió que en el mundo no sólo hay paz y
amor, también existe la maldad, la envidia, el odio, entre muchos otros, a
pesar de que venga presentado en hermosas envolturas.
Mathilda y Martina se encuentran en la disyuntiva de si seguir o no en búsqueda
de sus sueños, el trayecto les ha traído aprendizajes significativos y que de
una u otra forma enriquecen su experiencia cómo hormigas.
Lo piensan pero sus ansias de independencia y autonomía no les deja desfallecer
ante las dificultades y continúan su caminata, llegada la tarde se cruzan con
otra hormiga llamada Sofía, la cual les saluda y continúa caminando con ellas,
está nueva amiga es muy habladora y les pregunta sobre sus planes y ellas le
comentan que iban en busca de un lugar ideal para construir su propio
hormiguero. Sofía abre los ojos y les dice ¿ustedes saben hacerlo solas? Mathilda
y Martina le contestan al unísono, no lo hemos hecho nunca, pero el Sr. hormiga
Tomas nos instruyó cómo hacerlo y lo haremos.
Sofía: les pregunta yo puedo acompañarlas en esa tarea, yo no tengo familia, soy huérfana mi papá y mamá se ahogaron cuando creció el río y nuestro hormiguero se inundó. Yo pienso que una ayuda no estaría mal. Mathilda lo piensa y le responde tú acatarías nuestras reglas, si es así, puedes acompañarnos y ayudarnos hacerlo.
Sofía: Llena de alegría va saltando y les dice que irá con ellas y acatará sus reglas,
y comenta que les podría ser útil, porqué ella había ayudado a sus padres a
construir su hormiguero.
Siguen caminando por dos días más y a lo lejos se consiguen con Simón, un joven
mayor que ellas de buen parecido y de sonrisa franca y amable que cautiva a
primera vista a Martina. En lo sucesivo se vuelven inseparables y decide
continuar con ellas. Simón viene de tierras lejanas y está dispuesto a formar
parte de la familia, pero Mathilda le hace saber, que si seguía con ellas
debería acatar sus normas al tener su propio hormiguero.
Caminan un día más, dejando de lado los obstáculos que se les presentan y comienzan a ver un hermoso valle, lleno de muchos árboles frondosos, entre los que se encuentran los cipreses, naranjos, limoneros, entre muchos otros, dónde se despliega un colorido de flores silvestres rojos, rosas, morados, naranjas, blancos, es decir un arcoíris de colores y olores para disfrutar, Mathilda, Martina, Sofía y Simón pensaban que habían llegado al lugar donde construirán su hormiguero.
Pasan lo noche bajo un cielo estrellado, con suave y cálida brisa que les
permite contemplar el paisaje nocturno y a los otros insectos y
animales que formarán parte del ambiente que tendrán que compartir.
Al día siguiente al despuntar el alba Simón sale de primero a explorar el área
y comienza a constatar que existen varios hormigueros en la zona y no sabe si
esto sea un obstáculo para construir el hormiguero allí, de regreso habla con
ellas y les comenta lo observado, discuten entre ellos y deciden que no podrán
construir su hormiguero en esté lugar, porque puede haber rencillas entre los
que ya están establecidos en ese lugar.
Continúan su camino recorriendo día y medio y llegan a un lugar no tan bello como el anterior, pero si cumplía con algunos requisitos, también habían árboles frondosos, con flores silvestres que impregnaban el aire de un olor maravilloso, haciendo que la brisa cálida acariciara sus cuerpos, cómo dándoles la bienvenida para construir su hormiguero.
Contentos deciden que allí harán su hormiguero y con los conocimientos
brindados por Tomas, comienzan a analizar la tierra y ven que es arcillosa y es
propicia para hacer el hormiguero, deberán extraer la tierra para hacer los
túneles, entradas y montículos sobre la colonia subterránea que forman parte de
la misma y son construidos con la misma tierra que sacan del suelo.
Así los cuatro empiezan su labor sin descanso, para poder tener la madriguera
antes del invierno que se aproxima, por eso deben trabajar lo más rápido que
puedan ya que son sólo cuatro hormigas dónde las labores no tienen género y
encontramos que sus cuerpos pueden ser frágiles y fuertes a la vez, propia de
la especie Camponotus de la subfamilia Formicinae, por cuanto pueden acarrear 5
veces su peso. Y así pasan tres semanas
construyendo el hormiguero, dónde permanecerán por siempre, ya que en promedio
pueden vivir hasta 15 años dependiendo de la especie.
Y por fin termina la construcción del hormiguero en el cual vivirán Mathilda,
Martina, Sofía y Simón, todos habían trabajado con una organización envidiable,
comprometidas con el objetivo, compañerismo, empatía ante las dificultades que
se le presentaban a cada uno y con un alto sentido de responsabilidad, lo que
hizo que se sintieran cómo familia para construir su propio cuerpo de normas y
convivir en su hogar.
Una vez establecidos, en una tarde con brisa cálida y suave de verano y
acompañada de cielos de colores rosados, naranjas, amarillos y azules que
invitaban al descanso y la contemplación del entorno, teniendo la satisfacción
de la labor concluida, hacen un recuento de lo aprendido durante su viaje y cómo
habían madurado.
Ríen un poco por cuanto Mathilda consideraba que ya lo sabía todo para formar su propio hormiguero, siendo Tomas el que le hizo darse cuenta que no sabía nada y que cuando somos jóvenes creemos saberlo todo.
Martina habla y dice que su visión sobre el mundo cambió radicalmente, de ser una ingenua y crédula de todas las personas, pudo saborear que el bien y el mal existen en el mundo y que lo importante es tener esa brújula que nos enseñe a distinguirlos.
Martina aprendió en este trayecto sobre el amor, considerando que es el sentimiento más puro que puede existir en la tierra y es capaz de desvanecer cualquier barrera.
Mathilda aprendió también, que realmente ellas dos no hubiesen podido terminar el hormiguero sin la ayuda de Sofía y Simón.
Sofía por su parte se siente identificada con ellos y los quiere cómo su familia ya que ella había perdido la suya y le encantaba la camaradería, la confianza y la empatía que existía entre ellos, es lo mejor que sucede cuando tú escoges la familia. Quizás para mí esté sea mi mayor aprendizaje.
Simón al ser el mayor y estar enamorado de Martina, le da gracias al universo
por haberse topado con ellas en su trayecto, el cual hasta ese momento no había
sido fácil, a pesar de ser una hormiga con valores y principios encomiables.
Había perdido a sus padres a temprana edad quedando bajo la tutela de su tía
abuela Rosa, quien era una hormiga solterona con valores y convicciones muy
arraigados y que de alguna manera habían dejado huellas en él, para ser la
hormiga adulta que soy ahora.
Bueno las hormigas convivieron juntas por mucho tiempo y a pesar de tener sus
propias normas en el hormiguero no podían escapar de las costumbres que les
permitía seguir viviendo cómo especié y que estaban marcadas por las estaciones
y las labores a cumplir, entre las cuales se destacan cortar y acarrear hojas
hacia la parte subterránea de los túneles, donde hay cámaras con jardines dónde
se depositan las hojas, por cuanto las hormigas no se alimentan de ellas ,sino
de un hongo que crece en la cama de hojas descompuestas que le sirven de
alimento.
El nido tiene una parte arriba del suelo y otra parte debajo y las hormigas
pueden llegar a excavar hasta tres metros. Es como si hicieran agricultura, crían
un hongo de la misma manera que nosotros sembramos trigo y tienen jardines
enormes, con cientos de cámaras de hongos.
En la parte de arriba del nido, los túneles que conectan las cámaras
subterráneas salen hacia la superficie y se conectan con torres de ventilación.
"Para que entre aire hay una ventana, es decir, la torre tiene un agujero
con una chimenea y por ahí entra aire ventilando el nido abajo, porque las cámaras
de hongo emanan mucho dióxido de carbono y mucho calor y eso hay que
ventilarlo"
Ahora se hace necesario ver cuál fue mi aprendizaje a lo largo de esta
escritura, el mundo de las hormigas es impresionante su organización,
motivación al logro, empatía , responsabilidad, son dignas de imitar y aunque
quisieron poner sus propias reglas , a veces nuestro transitar no nos permite
alejarnos mucho de ellas para poder insertarnos en el sistema, aunque eso me
hace recordar a un amigo y compañero de clases en la universidad llamado
Reinaldo, parecido a Mathilda quería inventar sus propias reglas y estaba en
contra de todo lo establecido, su vestimenta de hippies descuidado y su pelo
largo característico. Una vez graduados de la universidad dejo de verlo por 3
años y al verle estaba irreconocible se lo había tragado el sistema
literalmente, hombre de flux, corbata, pelo corto y maletín en mano, no podía
creerlo
Pensar que los seres humanos pasamos por un largo
proceso de socialización para internalizar los principios y valores y las hormigas ya lo tienen en su ADN,
la naturaleza es sabia.
Moraleja:
Mathilda tuvo que amoldarse a lo establecido desde tiempos milenarios para su especie, para poder subsistir y así muchas veces nos pasa a los humanos.
Colorín, Colorado este cuento se ha acabado.
J.P.
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