sábado, 16 de marzo de 2024

Lo que nos han enseñado los niños/Lila Vega

Los raspones enseñan

Autor: Lila Vega

El pequeño Archie, no sabía cómo había pasado pero ahí estaba, tirado en el piso con las palmas de las manos y las rodillas adoloridas.  Su tía corrió a atenderlo. Lo inspeccionó rápidamente.Ya tenía varios años de experiencia como pediatra y había aprendido a identificar lesiones sin necesidad de tocar al paciente. 

-No pasa nada, mi amor. Todo está bien.  

La cara de Archie pasó del llanto y susto a  la indignación.

-¿No pasó nada? ¡Claro, porque no fuiste tú quien se cayó!  

Se sacudió la ropa y siguió su camino.  
La tía quedó perpleja. La escena se repetía en su mente. 

“Claro, porque no fuiste tú quien se cayó.” No había que ser un genio para entenderlo. 

El incidente se convirtió en una anécdota familiar. Todos celebraban la inesperada reacción de Archie, su respuesta asertiva. 

La última vez que se vieron, Archie le preguntó, con una sonrisa dibujada en su cara, si recordaba el incidente. La tía lo abrazó: “No se me olvida, mi amor amado” 
Le dijo que desde ese día, hacía un esfuerzo por identificar las emociones de los otros antes de abrir su boca. Que a veces un abrazo o un gesto de conduelo bastaban. Que había que ser valiente para acompañar a otro en su dolor y que había que ser valiente, como él lo había sido, para decir lo que se siente.

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