domingo, 24 de noviembre de 2024

la distancia es como el viento/Angel Ceballos

 “La Distancia es como el viento” (Angel Rafael Ceballos)

Mis queridos lápices “distantes”, si como dicen, que "la distancia es como el viento", me voy a atrever a usar esa metáfora para construir mi vejez de larga distancia con un viento a favor, activo y saludable.

Esta metáfora es una forma poética y profunda de entender el paso del tiempo con el proceso de envejecimiento. Veamos cómo podemos aplicarla para construir y disfrutar una vejez floreciente:

La distancia como el viento, en la etapa de ORO de la autorrealización, lograda con mucho “viento”.

·  El viento como el paso del tiempo: Así como el viento sopla constantemente, cambiando de dirección y fuerza, el tiempo también avanza inexorablemente. La vejez es simplemente un punto más avanzado que el tiempo define en este viaje.

·  El viento como un cambio constante: El viento moldea el paisaje, erosionando algunas partes y creando otras nuevas. De igual manera, el paso del tiempo nos transforma, cambiando nuestro cuerpo y nuestra mente y con ello nuestro hacer.

·  El viento como fuerza: El viento puede ser una suave brisa o una fuerte tempestad. Nuestra experiencia en la vejez dependerá de cómo aprendamos a navegar estas diferentes "brisas" y "tormentas",que sin querer nos llegan en la vida.

Cómo usar esta metáfora para construir una vejez plena y saludable:

  1. Acepta el cambio: Al igual que no podemos detener el viento, tampoco podemos detener el envejecimiento. Aceptar este hecho es el primer paso para ubicarnos en el presente y pensar en vivir una vejez plena.
  2. Adapta tu vela: Nuestra vida es como un velero navegando en viento suaves y huracanados.  A medida que envejecemos, debemos ajustar nuestras velas (nuestros objetivos, nuestras expectativas, nuestras actividades, nuestras limitaciones y destacar nuestras fortalezas) para aprovechar al máximo las condiciones cambiantes y climáticas de la sabiduría
  3. Encuentra tu dirección: El viento puede llevarnos a lugares inesperados. Es importante encontrar nuestra propia dirección y mantener un rumbo claro, tranquilo y disfrutado, a pesar de las ráfagas naturales e inmerecidas de la vida.
  4. Disfruta del viaje: La vejez es una oportunidad para reflexionar sobre el “yo histórico”, para disfrutar del presente (sin juicios) y dejar que el futuro tome su forma con el viento y distancia a nuestro favor.En lugar de centrarnos en lo que hemos perdido, podemos enfocarnos en lo que aún podemos lograr y ganar.
  5. Conecta con los demás: El viento puede ser más fácil de enfrentar cuando viajamos en compañía. “Uno se sostiene del otro”.Mantener relaciones fuertes y significativas puede proporcionar apoyo emocional y enriquecimiento personal a medida que envejecemos en el tiempo y en contra de la distancia.
  6. Seguir aprendiendo y creciendo: El viento puede llevarnos a nuevos lugares y experiencias. Mantener una mente abierta y curiosa nos permitirá seguir aprendiendo y creciendo a lo largo de toda nuestra vida, sin importar la distancia que nos quede y sin que el “yo histórico” nos trampeé.
  7. Cuida tu salud: Al igual que un barco necesita, atracar en puertos, para realizar un mantenimiento constante, nuestro cuerpo también necesita cuidados y renovación para funcionar de manera óptima. Adoptar hábitos saludables como una dieta equilibrada, ejercicio regular, un sueño reparador y chequeos médicos regulares puede ayudarnos a envejecer de manera saludable, “contra viento y marea”. Aquí la distancia no importa y la salud nos da más tiempo de vivir el “yo presente” .

En resumen, mis lápices distanciados por el espacio y por el tiempo, la metáfora de la “distancia como el viento” nos invita a ver la vejez como una parte natural del ciclo de la vida. Al aceptar el cambio, adaptarnos a nuevas circunstancias, y encontrar nuestra propia dirección, podemos construir una vejez plena, activa y saludable. Así el tiempo se hace infinito y la distancia lo acorta hasta el ultimo minuto. El momento que Dios quiere que lo acompañe, sin distancia, tiempo, viento que nos moleste y nos separe.

ARC/24-11-24

La distancia es como el viento/Jesucita Peters

 

Autor: Jesucita Peters S.
Fecha: 24 de noviembre 2024
Título:

“La distancia es como el viento“

Este tema mueve las fibras de mis emociones al recordar tiempos de mis años mozos, sobre todo por mi realidad actual, donde la distancia cobra un significado muy marcado en mi vida, el estar lejos de nuestros caminos cotidianos nos hacen tener una perspectiva totalmente distinta, que cuando formaban parte de nuestro día a día.
En mis remembranzas tuve la suerte de vivir siempre cercana al Ávila y contemplarlo en los distintos meses del año y cada mes él me hablaba de manera diferente a través de la forma y colores como se vestía, en esta época que está próxima a comenzar ,se destacaba por su color rosa guayaba (capinmelao) que cubrían sus laderas con gran esplendor y elegancia acompañado de extravagantes cielos azules decembrinos, anunciando que la época más bella del año estaba por comenzar, la Navidad tiempo de armonía, de familia , de compartir, de dar y recibir, de alegrías, de extrañar a los que emprendieron el viaje eterno antes que nosotros , de la preparación de las hallacas como todo un acontecimiento familiar, de preparar la torta negra y compartirla entre amigos y familiares y por supuesto comentar entre telones, cuál de las hallacas de la familia sabían mejor y por supuesto el ponche crema , el dulce de lechosa , la torta negra y pare usted de contar en fin un cúmulo de recuerdos asociados al majestuoso Ávila, me hace falta contemplarlo todas las mañanas y tomar mi cafecito conversando con él.


En la distancia es cómo el viento, quizás está es una metáfora que encierra para mí un significado místico religioso y no importa la distancia que me separe de mis orígenes, el viento acariciando mi cara y mi cuerpo es una sensación asociada a mi Dios, que si bien no lo puedo ver, sé que está allí acompañándome en todo momento, es una sensación espléndida de bienestar.


En medio de tanto recordar la nostalgia me embarga, por las cosas no materiales, en una vuelta de página se quedaron mis amigos, comadres, compadres, hermanos y hermanas de la vida , construidos a medida que escribía mi historia , hoy sigo con mi historia forjando nuevos amigos, construyendo nuevas historias y adaptándome a nuevas experiencias, que puedo decir, así es la vida hoy estamos aquí y mañana Dios dirá, sin embargo la nostalgia hay que dejarla y pensar que todo quedó allá , pero siguen en mi corazón y además estoy bendecida porque estoy rodeada de mis afectos a quién les doy mis cariños y mi amor qué más puedo pedir, sólo me resta estar infinitamente agradecida porque es bella la vida.

Siempre que estas aquí al recordarte/Santiago Porras

 *"Siempre que estás aquí al recordarte".*            

 Santiago Porras Rojas.             

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En la saga familiar de la que provengo....vinieron al mundo por mi rama materna 6 hijos...entre ellos los primeros en irse fueron el primero (1año de vida) y la más joven ( 70 años de vida).                      

Mi tía Clement, es una de las mujeres que más ha hecho sentirme amado y tanto fueron mis temores a ser desconocido, cómo consecuencia de una enfermedad neurodegenerativa, me provocaron mi aislamiento y  evitación para encontrarnos.          

Ella, poco después de contraerla, desconocía a algunos familiares o allegados..                Cómo consecuencia podría ella, en cualquier momento desconocer-me y,  para evitar esa eventual experiencia, reaccioné evitando cualquier contacto.             

Escoger el silencio, me ha provocado esas ráfagas del viento de los miedos a las despedidas dolorosas de un amor que jamás dejara de existir.               

Hoy justamente al celebrarse su fecha de nacimiento y ante la ocasión de escribir sobre el tema propuesto; quiero regalarle a mi tía Clement, en el jardín de la vida sin fin, este homenaje que, como bien termina el vídeo- clip adjunto, es una declaración que me anima a expresarle a Clement, mi tía bella, una declaración poderosa !Te amo tía Clement....

!Te amo!! 💓.                                         

Barcelona, noviembre 23 de 2024.

En la distancia, se podan las rosas con una "brisa bonita"

 La distancia es como el viento...

La distancia es la posibilidad de no poder tocar a alguien. La presencia sola, nos hace sentir cerca a alguna persona. Además, no son lo mismo, las distancias entre los diferentes vínculos de nuestra vida; nuestros padres, presentes y los que están ausentes, los grandes amores, los grandes maestros, nuestros hijos y los grandes amigos.

La distancia, como dice Lele, puede ser una “brisa bonita” que nos acaricia, así como el recuerdo de lo que ya están ausentes y que, de manera irrefutable, no podemos volver a tocar, a menos en este plano en que el que estamos. Esa brisa bonita nos hace recordar y honrar sus recuerdos.

Con los amigos, es distinto. Es amor, pero no romántico, por lo que el viento solo aviva el deseo del encuentro, del compromiso, de la confidencia. Decía Saint Exupèry en su libro póstumo, la Ciudadela, que la distancia no es obstáculo para sentir la importancia del vínculo. Nos habla de dos grandes amigos que además, son jardineros. Uno de ellos se quedó en Europa y el otro tuvo que viajar a América, y por años, ninguno supo nada del otro.

El Caballero del reino, sabiendo del vínculo que hubo, le dijo que iba a viajar a América y que si quería mandarle una carta a su amigo. Feliz, ante la posibilidad del encuentro en la distancia, se sentó frente a un papel, que se mantuvo intacto por mucho tiempo. Ya en la víspera del viaje del amo, y frente al papel y alumbrado por la luz de una vela, logró escribir una frase: “Hoy, pode mis rosales”. Dobló su carta, y la entregó a tiempo.

El viento logró que el barco cruzara el océano de ida, y varios meses después, de vuelta. Al término, el Caballero, llamó a su jardinero y le entregó la carta que escribió su amigo. Al abrir el sobre pudo leer: “Hoy, yo también he podado mis rosales”. Con una sonrisa en el rostro y con lágrimas en los ojos, dobló la hoja de papel y la abrazó, como quién logra saber de una parte de sí mismo, en la distancia, pero manteniendo la posibilidad que siempre florezca. Los jardineros saben que para que las rosas floreen, hay que podarlas de vez en cuando, así también la amistad.

Los grandes amores, de cualquier tipo, se mantienen en la distancia, con la brisa bonita, aquella que nos permite reconocer que eso que sentimos, nos pertenece y que nos hacemos responsables de mantener. Los sentimientos más intensos nos son propios; nunca tenemos la certeza de ser amado, solo la confianza. Yo hoy, amigos, he podado mis rosas.

Alberto

viernes, 22 de noviembre de 2024

la distancia es como el viento/M.E Garassini

La distancia es como el viento

 

Resulta que “La distancia es como el viento” es una canción de Los Irancundos que empieza así:

 

Sabes que la distancia es como el viento

Se lleva con el tiempo de un olvido

Hoy ha pasado un año, es un incendio

Que me quema el alma

 

Ciertamente los Iracundos, y con ese nombre no se puede pensar de otra manera, plantean todo el tema de la canción con un dejo de nostalgia y “guayabo”, por algo que se dejó atrás porque se quiere olvidar, e incluso quema el recordarlo.

La distancia también puede, como el viento, refrescarnos, acariciarnos, hacernos ver desde la perspectiva de la lejanía, hacernos recordar lo bueno y lo no tan bueno vivido, pero invariablemente nos hace sentir la presencia de lo que no tenemos y teníamos, pero ahí sigue.

¿Qué es entonces para mi la distancia, distancia de qué? y ¿Qué es para mi el viento? ¿Qué es lo que se lleva?

La distancia para mi tiene muchas imágenes, representaciones, vocablos. La primera gran palabra que aparece es migrante, extrajera, internacional, que evoca la distancia con la patria. Alguien que sale de su país para integrarse, aprender y aportar al país que le da acogida, que en algunas cosas es diferente y en otras cosas es igual a su país de origen.

El otro gran concepto que aparece asociado a la distancia es la familia, que en mi caso es una construcción muy amplia de ascendentes, descendentes, iguales, familia sanguínea, política, etc. La distancia es en este caso no poder compartir todos los espacios, celebraciones, triunfos, retos, alegrías y tristezas, de cada uno de los miembros de una manera presencial y ritual.

Por allí también aparece, asociado a la distancia,  las amistades, que hacen de familia extendida donde se comparten también cuentos, celebraciones, retos, alegrías, logros , tristezas y duelos.

El lugar de trabajo con sus características, formas de interacción, retos, satisfacciones, historia compartida, alumnos que acompañamos y se gradúan, compañeros que viven historias compartidas, y un sinfín de experiencias compartidas en esas ocho horas compartidas a diario, es otra de las imágenes relacionada con la distancia.

La geografía venezolana,  y particularmente la caraqueña, con todas sus características topográficas y climáticas también representan la distancia y son un regalo que tenemos y que revaloramos cuando no estamos en él.

Todos estos contextos entremezclados aglutinan a la distancia, que sale de nuestro control al quedarse físicamente allí, pero la maravilla de los seres humanos, y sobre todo los que vivimos en la modernidad, es la posibilidad del uso del viento a nuestro favor, como barcos de vela que se benefician de su presencia.

El viento lo puedo representar como un gran puente, túneles, vasos comunicantes y la gran red de internet y sus plataformas que conectan mi realidad física actual con esa distancia que representa mi esencia y mis orígenes, y además de la cual me siento muy agradecida y bendecida por su diversidad, abundancia, apertura y flexibilidad.

El viento me permite traer y llevar cuentos de aquí y de allá, mezclar y hacer un uso integrado, sabroso y gracioso de palabras de aquí y de allá, disfrutar, saborear y cocinar comidas de aquí y de allá, conocer y disfrutar parajes: playas, montañas, parques, calles, lugares culturales y casas de familias de aquí y de allá.

De esta manera, y como lo dije al inicio de este escrito, el viento puede refrescarnos, acariciarnos, hacernos ver desde la perspectiva de la lejanía, hacernos recordar lo bueno y lo no tan bueno vivido, pero invariablemente nos hace sentir la presencia de lo que no tenemos y teníamos, pero ahí sigue, mi amada Venezuela, mi familia, mi trabajo y mis amigos, entre los cuales están todos los miembros del club de escribidores a los cuales agradezco por ser parte de esa brisa bonita del viento de mi vida.

 

María Elena Garassini

sábado, 16 de noviembre de 2024

CEC Tema de noviembre de 2024

 CEC Noviembre 2024

Tema: "la distancia es como el viento"

Host:

Doña Ivette y Don Alberto

Domingo 24 de noviembre de 2024

10 am

Vìa Meet


y nos volvimos ellos/Marìa Elena Garassini

 “Y nos volvimos ellos”

Siempre allí presentes, modelando comportamientos, decisiones, propuestas,

posturas, rutinas, entretenimientos, relevancias, asombros, inquietudes,

tranquilidades… en fin una forma de abordar la vida, esa vida que nos toca vivir.

Desde la tierna infancia alguien nos alimenta, nos viste, nos pasea, nos enseña,

nos acompaña, nos educa, nos hace surfear las olas de la vida con un tipo de

tabla particular y con experiencias de manejo de olas de diferente tamaño e

intensidad. Nuestros progenitores son esos primeros adultos significativos ,“role

model”, que inicialmente van tomando decisiones por nosotros, después tomarán

decisiones con nosotros y finalmente respetarán, valorarán o rechazarán

nuestras decisiones. Hacer una retrospectiva de ese viaje con ellos, es un ejercicio

de memoria emocional selectiva, evocando situaciones variadas que, por alguna

razón, fueron importantes para nosotros.


Mi madre me evoca situaciones de meticuloso cuidado, asociado a rutinas y

rituales que me brindaron seguridad como niña, como adolescente, como joven,

como pareja y finalmente como madre y abuela… y entonces, en algunas cosas,

me volví ella.

Mi padre me evoca situaciones de momentos especiales, cuidados especiales,

actividades especiales, fines de semana, vacaciones, que me brindaron seguridad

como niña, adolescente, como joven, como pareja y finalmente como madre y

abuela. No puedo dejar de nombrar a mi padre como “rol model” de profesional

(médico gastroenterólogo) y persona que es curioso, estudioso y practicante del

cuidado personal y la salud integral propia y ajena… y entonces, en algunas

cosas, me volví él.


Cuando vamos creciendo empiezan a aparecer otros significativos en nuestras

vidas. Un desfile de familiares extendidos como tías y tíos, abuelas y abuelos,

primos y primas empiezan a aparecer y nos acompañan en diversas situaciones

como encuentros familiares, de celebración de diversos eventos, que nos modelan

mucho el cómo divertirse y compartir los espacios con otros, para atenderlos o

dejarse atender, conversar , comentar, reír o llorar. Aunque estuvieron todos allí,

quizás las más significativas sean mis abuelas, de quienes aprendí a servir y a

consentir a otros… y entonces, en algunas cosas, puedo haberme vuelto ellas.

El mundo educativo, que inicia desde el preescolar, la primaria, el bachillerato, el

pregrado, postgrados, y múltiples formaciones profesionales, han estado llenas de

otros significativos que se convirtieron en maestros, modelos e inspiración en mi

vida. Puedo recodar a mi maestra María Auxiliadora de tercer grado, modelo de

preocupación genuina por sus alumnos, su aprendizaje y su bienestar, también

recuerdo a la profesora Ligia, de historia universal en bachillerato, modelo de

creatividad para hacer vivir a sus alumnos los sucesos de la historia. Llego al

ámbito universitario y recuerdo a la profesora Alida Cano, modelo de integración

de la vida familiar y profesional, de la profundidad y adecuación para atender y

estudiar el desarrollo humano, así como de cercanía, cariño y hasta la actualidad

,“hermosa amistad “. 

Recuerdo también una formación en terapia familiar que nos

facilitó el Dr. Andrés Nazario con Fundana, en convenio con la UNIMET, quien fue

un verdadero “role model” para una profunda comprensión y aceptación de la

diversidad y el abordaje sistémico de personas, parejas y familias. Recuerdo otro

gran maestro, el Dr. José Arturo Luna, director y profesor del Instituto Colombiano

de Logoterapia y Análisis existencial, de quién aprendí todo lo que se de ese

maravilloso modelo de comprensión del hombre. De alguna manera, en algunas

cosas, me volví ellos, o por lo menos eso quisiera.


Este escrito, que se convierte en un homenaje a los otros significativos en mi vida,

quienes fueron fuente de inspiración y aprendizaje, y “me volví ellos” o más

bien, “me volví una combinación de ellos”, ha sido un gratificante viaje por mi

vida llena de situaciones y personas afortunadas. De nuevo termino otro de mis

escritos con el mantra “gracias a la vida que me ha dado tanto”.


María Elena Garassini

y nos volvimos ellos/Jesucita Peters

 Autor : Jesucita Peters S.

Fecha: Octubre 2024.

Tema:

“Y nos volvimos ellos”

En el transitar de nuestras vidas vamos acumulando experiencias y vivencias que

de una u otra forma moldean maneras de comportarnos y de reaccionar ante los

eventos, aspecto que consideramos muy propios, pero valdría la pena preguntarse

cuantos nos pertenecen en su totalidad y no fueron marcados por el aprendizaje

que construimos al lado de nuestros progenitores o de aquellas personas que de

una u otra manera admiramos, asimilando de ellos formas de expresión,

preferencias gastronómicas , gusto por ciertos aromas que nos son familiares,

formas de vestir, lugares que nos gustaría conocer, entre otros.

Pero detrás de esto también está la genética que marca nuestros rasgos, color de

ojos, contextura, tipo de pelo y que de una u otra manera nos identifica con

nuestros padres y antepasados.

En función de lo antes planteado recuerdo una vez estando transitando por los

pasillos de la Escuela de Psicología de la Universidad Central de Venezuela, vi

una joven aproximándose hacia mí, que pude identificar de quien era hermana sin

haberla conocido antes, a pesar de que no se parecía físicamente a la que yo

conocía, no obstante, con sólo observar su gesticulación, caminar y tono de voz

me lo permitió.

Pues sí, nos parecemos más de lo que imaginamos a nuestros padres.

Rememorando a mi mamá en su edad adulta, un buen día la veo haciendo el


asado negro cómo lo hacía mi abuela, recuerdo con tanta gracia cómo se ponía

una pañoleta en la cabeza, de la misma manera como lo hacía mi abuela cuando

se dedicaba a esa faena, indudablemente el aprendizaje adquirido es innegable,

aunque también hay parecidos heredados.

Hoy más que nunca recuerdo a la negrita, mi madre, ya con varios años encima,

sin embargo, no perdió el de siempre verse bien, era muy coqueta para su

vestimenta y el arreglo de su cabello y hoy yo transitando por sus años, mis hijas

me dicen cada vez te pareces más a mi abuela mami y en realidad yo no lo veo,

pero así me perciben; indudablemente nuestros padres dejan huellas indelebles

en nosotros que nos acompañaran, hasta que nos llegue la tarde, pienso que es

una forma de honrar de dónde venimos, ya sea de forma consciente o

inconscientemente, pero ahí están no hay forma de negarlos, siempre estarán

presentes en nosotros.

Recordando a la negrita, estando en Oaxaca, México me sirvieron unas caraotas

negras y pedí azúcar para ponerle, todas mis amigas extrañadas, esto lo aprendí

de mi mamá, cosa que no aprendieron mis hijas de mí, ellas no le ponen azúcar a

sus caraotas.

Reflexionando cuanto marcamos a nuestros hijos, sin estar yo en los Estados

Unidos, veo que mis respectivas hijas han decorado sus casas de forma

moderna, sin embargo, en sus decoraciones está presente mi huella en los

materiales utilizados. En hora buena, a enaltecer de dónde venimos hoy mañana y

siempre.

Y nos volvimos ellos por Angel Ceballos

 "Y nos volvimos ellos" (por, Angel Ceballos – octubre 2024)


Mis lápices reflexivos, ¡excelente y motivante elección del título del tema del mes,

que no deja de ser poético! "Y nos volvimos ellos" de “Alberto Luis Borges” .

¿Les ha pasado que ves a sus papás o sus mamás y dices "¡Soy igualito a él

o a ella"?.

Pues, en mi larga vida, esperando sea longeva, como la de “Tirro” que estudia el

cómo lograrlo, me ha pasado lo mismo. Me he dado cuenta, de que, a pesar de no

haber conocido a mis abuelos, por parte de mi padre y solo una abuelita materna

por poco tiempo, he heredado gestos, actitudes y formas de pensar de mi progenitor

y hasta algunas frases “coloquiales” de quien hoy tuviera 110 primaveras.

¿Cómo es que pasa esto?.

Bueno, según los expertos, es como un efecto dominó. Nuestros padres me

criaron, me transmitieron valores y junto con ellos, sus costumbres y hasta sus

olores. Sus legados genéticos, sin darme cuenta, acabaron repitiendo en mi,

muchos de sus patrones. Es como si nuestros genes y nuestras experiencias de

vida se mezclaran y crearan una especie de "receta familiar o ensalada de frutas",

donde cada ingrediente tienen su propio valor.

Aceptar a nuestros padres tal como son, con sus fortalezas y limitaciones, es un paso

fundamental para reconciliarnos con nuestro pasado y construir relaciones más

saludables. Honrarlos, implica reconocer su influencia en nuestra vida y agradecerles

lo que somos, lo que es un acto de amor por todo lo que nos han dado y “Hasta lo que

somos de lo que no queremos ser”

Hoy mis hijas y mi esposa se dan cuenta de esto cuando me ven haciendo cosas y

exclaman, ¡Mira a Angel María” (su nombre), ¡“Habló Angel María”!, es como si

estuviera viendo una película en repetición! . Y no solo eso, sino que, hasta mi nieto

mayor hoy con 25 años, repite asombrosamente gestos o movimientos heredado de

su bisabuelo. Mas de una vez he oído a su madre, gritarle, ¡“Angel María” no

hagas eso así!

¿Volvernos ellos es malo?, para nada. De hecho, hoy con mis conocimientos

y relaciones con mi familia, amigos y semejantes, reconozco que es algo

completamente normal y hasta positivo. El reconocer que, al heredar ciertas

características de nuestros padres, podemos entender mejor quiénes somos y por

qué actuamos de cierta manera y hasta saber por qué duró tantos años fiel con mi

madre, no siendo él una “perita en dulce”. Además, nos permite valorar y agradecer

todo lo que ellos me dieron como aprendizaje.

Lo importante y pienso, es no quedarse atascado en el pasado. Si hay cosas

que no nos gustaron de nuestros padres, aprendimos mucho de ellas para elegir un

camino consciente y diferente porque sabemos que otros caminos no eran lo

pertinente. Pero siempre hay que recordar que somos el resultado de una

combinación de genes, ambiente y experiencias, y que nuestros padres son un “hilo

conductor” importante de nuestra historia.

El tema poético de Alberto, me ayudó a reflexionar y a reafirmar sobre la importancia

de la familia y cómo nuestras raíces influyen en quienes somos. Y nos recuerda que,

aunque seamos únicos, también somos parte de algo más grande: nuestra familia.

Sin conocer con detalles los estudios de la “Tirro” sobre el tema, pienso que el

“volvernos ellos” es un proceso natural de identificación, aceptación y

transformación en relación con nuestros ascendientes y es un patrón muy común

en los seres humanos. Es una parte fundamental de nuestro desarrollo psicológico

y espiritual. Eso no tiene precio y él me debe estar escuchando. ¡Por eso, “Té pido

la bendición - Te quiero papa” y siento que desde donde estes me estas

iluminando! para reencontrarnos algún día y formar un “Dúo dinámico de

trascendencia”.

y nos volvimos ellos

 

Octubre, 19, 2024

Y nos volvimos ellos

 

Siendo muy joven, y ya graduado de arquitecto, entré a trabajar en en un taller de arquitectura que dirigía un muy afamado profesional. Participé en una competición, en lo que nos medíamos tres recién graduados. El objetivo de mi futuro jefe era completar con gente joven, su equipo de trabajo que habría de estar responsabilizado de la remodelación de una gran torre de oficinas; las mas alta de Caracas en los años ochenta. Yo gané.

Y ganar se trataba de realizar un aprendizaje apurado de todo lo que se requería para hacer bien mi trabajo. Era una oficina pequeña ubicada en el último piso de un edificio que él había recibido en herencia. Éramos pocos también, solo 8 personas, con la secretaria. La oficina tenía igual número de cubículos que de profesionales. Como era un taller de arquitectura, de los 8, 5 éramos arquitectos.

            Cuando se es joven y sin experiencia, uno se mira a sí mismo como una esponja, que absorbe todo lo que ve, escucha y hace, Además, era un sitio para aprender pues de había encargado de contar con una “orquesta que sonaba muy armónica junta” Y resulta que justo hoy, me llamaron para que les contara historias vividas durante la construcción del edificio. (Van a editar un libro)

 -Háblame de Martín me preguntaron, y no tardó mucho en venir a mi cabeza la historia que narro a continuación y que tiene que ver con las decisiones que tomamos, con respecto a las cosas que conocemos y se hacen parte de nosotros;

Recién comencé a trabajar, mi jefe solía invitarme a almorzar. Era muy amable y una de esas veces me dijo que estaba contento con mi trabajo y que además había superado la trampa del “mensaje a García” que ocurre cuando realmente comenzamos a volvernos otros; ya sean jefes, padres, hijos, parejas o amigos.

Un día me dijo, “te voy a contar que vas a aprender de nosotros como un mejor profesional” Y así empezó, -de Manrique, que no es Arquitecto, pero sabe más que si lo fuera, vas a aprender del poder de hacer parejas. Se llama “maridaje” entre materiales, de como se junta el acero y el concreto, las baldosas y los frisos, la madera y los vidrios. -Uhhmm, todo tiene que ver con el respeto a cada material y de como se comporta, pensé. Siguió, -De mi hijo vas a aprender el poder que tiene el conocer a las personas y de cómo se relacionan con el logro de objetivos. También se trata de el estudio y conocimiento de la cultura y la gente con la que convivimos. -Uhmm, el poder del otro en la relación. El poder de la escucha y de las raíces.

De Carlos, que es el mejor manejador de la inteligencia espacial, vas a aprender a imaginarte las soluciones integradas, antes de intentarlo. El tiene desarrollado los dos lados del cerebro y es capaz de anticipar problemas y proponer soluciones. Es capaz de dibujar el mundo con la mirada del otro cuando lo escuches decir, “Dibujando para ti”… Y lo pensaba en el poder que tiene anticiparse a las soluciones con tan solo poder crearlas en tu cabeza. Y por último me dijo, -y de mi vas a aprender de mis “canas”- y me señaló con el dedo índice de su mano derecha, su cabello platinado por los años. -Se trata también de poder trabajar con todos a la vez, en el mejor esfuerzo voluntario, para el logro del mejor producto.

Con todo eso y haciendo un trabajo que amaba, con una mentalidad de esponja, y en el paso de los años, fue que un día me dije: -¡soy ellos, tengo lo mejor de cada uno!- , y es así como decidí trabajar para ser el mejor con lo mejor de cada uno.

 Hoy, es esa reunión, una de las dueñas del edificio en cuestión, al hablar de su casa dijo que es la mejor obra de construcción que haya conocido. Y la hice yo.

Así, podemos crecer y ser lo mejor de nuestros padres, o de nuestros hijos o de nuestros amigos. El poder de ser mejor vive en lo de ellos, que viven en nosotros

 

Alberto