En
tiempos de escasez e inflación se hace grande. Mi esperanza exige poco, se
alimenta de las cosas sencillas de la vida.
Florecer. Tomé esta foto en una calle de Caracas, con los ojos de mi esperanza |
Mi
esperanza demanda poco, a veces casi ni se siente, pero cuando las ganas me
fallan ella está ahí. Aparece, me abraza y me cuenta al oído el futuro bonito
que ella ve. Algo bueno tiene que pasar, dice. Mi esperanza es generosa.
Nayari Rossi Romero.-
Estoy de acuerdo con tu esperanza: algo bueno tiene que pasar. Gracias por recordármelo.
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