A los 2 años y medio a mi sobrino Santiago le diagnosticaron una condición especial, es Asperger, de allí en adelante tuvieron respuesta algunas de sus excéntricas conductas y surgieron muchas interrogantes que hoy a sus 7 años, todavía siguen en espera de ser aclaradas.
Santiago es un niño divino, mezcla de las excentricidades de 2 padres bohemios, estudiosos del cine y egresados de la Escuela de Artes de la U.C.V, posee un alto nivel de inteligencia y una sensibilidad casi extrema a los estados de ánimo de su entorno.
Generalmente sorprende con sus respuestas, que a veces parecerán ensayadas, muy histriónico lo cual lo ha llevado a representar varias obras en su Escuela, voluntarioso y sobre todo original.
A continuación les comparto algunas de sus anécdotas recientes, mezcla de su condición,
mezcla de ingenuidad, que en su momento nos han hecho reír, enternecernos y en ocasiones sentirnos un poco azorados por considerarlas “imprudentes”.
Almuerzo en el Chef Chino: En ocasión del cumpleaños de mi hija Valentina, por ser esta amante de la comida cantonesa, decidimos llevarla a comer al Chef Chino, la invitación que surgió fue: vamos a comer a los chinos del Bosque. Santiago nos miró a todos un tanto sorprendido, pero como se trataba de una salida y en homenaje a Valentina, la más querida de sus primas, se entusiasmó y alistó para salir. Al aproximarnos al local, comenzó a preguntar qué íbamos a comer, a lo que todos invariablemente contestábamos: ¡chino!, ya verás que te va a gustar, parecía inquieto y poco convencido, pero seguíamos conversando de otros temas y lo logramos distraer.
Llegamos al restaurant y allí no pudo contener su preocupación y le dijo a uno de los mesoneros, “señor nosotros no queremos comerlos, yo le explicaré a mi familia que los chinos no se comen, pierda cuidado”... todos estallamos en risa, para el mesonero, dado su corto español, el comentario no resultó muy entendible, afortunadamente, y nos tocó explicarle a Santiago que efectivamente no comeríamos chinos, sino comida china. Muy sonriente después de la explicación, se dispuso a probar los distintos platos que se pidieron, para concluir airoso, “me gusta la comida que preparan los chinos.”
Visita de Evangélicos: En días pasados, tocaron a la puerta de su casa y en un descuido de sus padres, Santiago fue a ver quién era. Se trataba de un joven que comenzó a comentarle de algunos temas bíblicos y lo entretuvo durante un rato. Cuando mi hermana se percató de la presencia del extraño en la puerta, se acercó para escuchar a Santiago que le decía al joven, “señor no iremos a la Iglesia, nosotros nunca vamos”, luego de cortar la conversación, mi hermana le reclama a Santiago el abrir la puerta sin autorización, a lo que el niño le responde: “Mamá este señor vino hablarnos de nuestros ancestros, me dijo que a Jesucristo lo habían matado unas personas, ojalá yo me consiga a esas malas personas, para patearles los traseros y orinarles la cara”, la madre intentó calmar su molestia y le comentó que el hecho había ocurrido hacía muchos años y que Jesús había resucitado, a lo cual se mostró Santiago muy complacido, diciendo: “excelente noticia mamá, me alegra que haya resucitado”.
Encuentro en el Ascensor: Bajaba Santiago en el ascensor del edificio donde vive, conversando con su abuela. En el piso 09 se subió una señora vecina, que lo saludó y comenzó a preguntarle ¿cómo estás? y ¿cómo te portas?, muy serio y ceñudo, Santiago le hizo la siguiente observación: “Señora Carmen, estoy hablando con mi abuela, es de muy mala educación interrumpir y usted ni siquiera nos ha pedido permiso para hablar”, a mi mamá se le enrojeció rápidamente el rostro y se deshizo en excusas a la señora Carmen, esta a su vez le dio la razón al niño y le comentó, -tienes razón Santiago no me había dado cuenta de que estaban hablando-, a las palabras de la señora Carmen levantó Santiago el pulgar de su mano derecha y le indicó, “muy bien señora Carmen, ahora sí lo está haciendo muy bien, espere que termine de hablar con mi abuela y entonces converso con usted”.
Cuando propusieron el tema del mes, enseguida pensé en mi querido Santiago, mezcla de ingenuidad, picardía y arrojo, por lo que quise contarles alguna de sus anécdotas.
María de los Ángeles Sueiro
Marzo 2015
Qué delicia las historias de Santiago. Gracias por compartirlas con nosotros. Atesorar momentos como este seguro da balance -y estoy segura de que supera- a los momentos difíciles que también acompañan a la condición. Gracias también por ayudar a quienes no conocemos tanto de Asperger, a abrir nuestra mente y espero que a poder comprenderlos un poco mejor.
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