Es tener la certeza de que mi lucha, mi trabajo y tantos años de esfuerzo no quedarán en vano, no se perderán. Ella me invita a confiar en mí misma, en los demás, en mi país y en el mundo...
Es confiar en lo que en ocasiones me cuesta tanto creer.
Cierro los ojos y me veo feliz, sana, abrazando la vida, en mi país, mi casa, con mis hijos y nietos, con todo lo que amo.
Nutrir mi esperanza es una tarea diaria. Siento que es mi deber, es mi motor para mantenerme en el camino. A ella le confío mis miedos para que los abrace y los calme y con su amor se haga mas fuerte, llenándose con una sonrisa su rostro.
Yvette Henríquez
Tu esperanza es hermosa, gracias por compartirla con nosotros.
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