Desde siempre una pregunta ha acompañado mi existencia, con sentido que alterna entre lo sutil y lo explícito, lo trivial y lo profundo, lo práctico y lo filosófico, lo mundano y lo espiritual: ¿Por qué es tan importante ser mujer?
¿Por qué es tan importante ser mujer, si para todos es solo una de dos opciones, predefinida, hombre, o mujer ¿Cuál es la alharaca, entonces, sobre la importancia de ser mujer? Se es mujer y ya.
Eso sí, yo había tenido la suerte de ser mujer, lo intuía.
Me sentía a mis anchas, identificada con ese pequeño cuerpo femenino.
Hay que saber ser mujer, es un privilegio ser mujer.
No tenía exactamente todos los intereses y gustos de las niñas. Muchos de sus juegos me aburrían.
Aún así, tenía la suerte de ser mujer. Yo creía.
Podía aventurarme al mundo de los hombres y no era tan mal visto como si hubiera sido en sentido contrario. Y me divertía.
Di por sentada mi condición de mujer. Miré a hombres como ejemplos, como maestros. Miraba hacia afuera, no hacia adentro, no hacia mi género. Al fin y al cabo, mujer ya era por condición natural, no había nada que aprender sobre las mujeres. Eso ya lo sabía. No sabía.
Eso sí, yo había tenido la suerte de ser mujer. Lo sentía.
No me identificaba con buena parte el estereotipo de ser mujer. Aún así, llevaba la impronta, profunda, velada.
Pero tenía la suerte de ser mujer. Me sentía orgullosa de ser mujer. Sentía la fuerza de ser mujer.
Poco a poco aparecieron, bajo la multitud de expresiones de forma del estereotipo, ráfagas de la grandeza de ser mujer. ¡Cómo engañan las apariencias en esto de ser mujer!
Los ejemplos y maestros se desdibujaron, y poco a poco mi percepción evolucionó y he podido apreciar en mis congéneres, con admiración, las invaluables vetas en el ser de quien sabe ser mujer.
La importancia de ser mujer no se diluye por comunes que seamos (al fin y al cabo somos solo una de dos opciones), ni por mucho que nos repitamos. Cada mujer es una maravilla de significado en si misma y en las personas que toca en su vida.
Tengo la suerte de ser mujer, Lo sé.
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