domingo, 26 de marzo de 2017

CARTA A SOVEPPOS
Señores de Junta Directiva
Presidente, Vicepresidente, Secretaria, Tesorero
Vocales y consonantes

Estimados Señores:

Por el aprecio y admiración que les tengo a todos ustedes, ésta pudiera ser perfectamente una carta de amor, sin embargo, se trata de una sugerencia, de una propuesta que presento ante la directiva de la sociedad y que surge como una necesidad en el desempeño de nuestras labores como promotores del bienestar.

He dictado talleres y charlas basadas en Psicología Positiva desde el 2012. En una oportunidad, disertando sobre la fórmula de la felicidad desarrollada por la Dra. Sonja Lyubormisky,  explicaba cómo sus investigaciones concluyeron que las circunstancias de nuestra vida, todo eso que nos ha tocado vivir, no determinan más allá del 10% de nuestra felicidad. Muchos estaban sorprendidos que factores como la edad, el género, la riqueza, la fama y la belleza, entre otras, tuvieran tan limitada influencia en la construcción del bienestar. Pero lo que más les costó creer fue que estuviera incluido dentro de esas circunstancias el país en donde se habita, en este caso Venezuela, y su poco aporte a la felicidad.
Una señora que se encontraba sentada al fondo de la sala y que se identificó como Violeta,  pidió la palabra y en alta voz dijo que su esposo había perdido el empleo luego que la fábrica en donde trabajaba la expropiaron, que no conseguía las medicinas para la diabetes y tampoco la suya para la tensión. Prosiguió diciendo que no encontraba los alimentos en los supermercados, que a su hija la atracaron y por poco la matan. Muy molesta agregó: ¿Y usted me viene a decir que todo eso  solo afecta un 10% de nuestra felicidad?

Comencé a ver en todas direcciones tratando de ubicar las salidas de emergencia, sin perder de vista a la perturbada señora que se me acercaba. Lo peor es que mucha gente de la audiencia le daba la razón, asintiendo con la cabeza.  Afortunadamente fue contenida en su avance y el orden en la sala se restituyó.
A pesar de todo, su intervención fue positiva, porque permitió hacer varias aclaratorias. Comenzando por señalar que las circunstancias difíciles que atraviesa nuestro país, por supuesto que afectan la calidad de nuestras vidas y que  sería una tontería negarlo. Que un individuo en pobreza crítica disfruta de escasa felicidad, pero los estudios indican que una vez satisfechas sus necesidades básicas de alimentación, vivienda, salud y seguridad, cualquier mejora en sus ingresos, por ejemplo, poco añaden a esa felicidad. Por los comentarios de Violeta, esas necesidades fundamentales eran las que le estaban siendo afectadas, llevándola a un nivel de desesperanza tal, que la fórmula no aplica.
Como Coach y promotor del bienestar, se nos ha instruido que en estos casos no debemos actuar y se debe canalizar a la persona hacia un especialista que la ayude a salir de ese foso donde parece haber caído.
Las circunstancias de país, si nos descuidamos, pueden deprimir hasta el más optimista, pero eso es precisamente lo que hay que evitar y caminar con cuidado para no resbalar al barranco de Violeta.
Como no es la única ocasión en que me he conseguido con asistentes con conductas agresivas, mi propuesta en concreto a SOVEPPOS es la contratación de una póliza de seguro que proteja al expositor durante su labor de promoción del bienestar, ante cualquier agresión de un participante. A lo mejor no es necesario que incluya hospitalización porque esperamos que nunca lleguemos a esos niveles, pero si aporreos, pellizcos y moretones. También maternidad debería contemplarse, porque verdaderamente "las circunstancias de país" nos está poniendo a todos a "parí morochos".

Atentamente,
Lionel Álvarez Ibarra
Marzo 2017

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